Feliz Año

27.12.09

Oración del Padrenuestro

25.12.09






















Padre nuestro que estás en el cielo, y eres nuestra Madre en la Tierra, amorosa orgía trinitaria, creador de la aurora boreal y de los ojos enamorados que enternecen el corazón, Señor más allá del moralismo desvirtuado y guía de la trocha peregrina de las hormigas de mi jardín.

Santificado sea tu nombre grabado en los girasoles de inmensos ojos de oro, en el enlace de un abrazo y en la sonrisa cómplice, en las partículas elementales y en el candor de la abuela al servir la sopa.

Venga a nosotros tu Reino para saciarnos el hambre de belleza y sembrar compartimiento donde hay acumulación, alegría donde irrumpió el dolor, sabor de fiesta donde campea la desolación.

Que se haga tu voluntad en los caminos desorientados de nuestros pasos, en los ríos profundos de nuestras intuiciones, en el vuelo suave de las garzas y en el beso voraz de los amantes, en la respiración jadeante de los afligidos y en la furia de los vientos convertidos en huracanes.

Así en la Tierra como en el cielo, y también en la médula de la materia oscura y en la garganta abisal de los agujeros negros, en el grito inaudible de la mujer maltratada y en el prójimo mirado como desemejante, en los arsenales de la hipocresía y en las cárceles que congelan vidas.

Danos hoy el pan nuestro de cada día, y también el vino inebriante de la mística alucinada, el coraje de decir no al ego propio y el dominio vagabundo del tiempo, el cuidado de los desheredados y la valentía de los profetas.
Perdona nuestras ofensas y deudas, la altivez de la razón y la acidez de la lengua, la ambición desmesurada y la máscara con que cubrimos nuestra identidad, la indiferencia ofensiva y la adulación reverencial, la ceguera ante el horizonte desnudo de futuro y la inercia que nos impide hacerlo mejor.

Así como nosotros perdonamos a quien nos ha ofendido y a nuestros deudores, a los que nos escarban en el orgullo e imprimen envidia en nuestra tristeza de no poseer el bien ajeno, y a quien, ajeno a nuestra supuesta importancia, se cierra a una inconveniente intromisión.

Y no nos dejes caer en tentación ante el porte suntuoso de los tigres de nuestras cavernas interiores, las serpientes atentas a nuestras indecisiones, los buitres depredadores de la ética.

Pero líbranos del mal, del desaliento, de la desesperanza, del ego inflado y de la vanagloria insensata, de la insolidaridad y de la flacidez del carácter, de la noche sin luna de sueños y de la obesidad de convicciones demasiado seguras.

Amemos.
Frei Betto

Feliz Navidad

22.12.09

Conoces a Ronaldo Muñoz???

17.12.09

Ronaldo Muñoz un ss.cc. que representa a la Iglesia popular, que se escandaliza con la pobreza antes que con el sexo...

Comparto con ustedes la entrevista aparecida en The Clinic, el jueves 8 de enero de 2009, el cura Ronaldo Muñoz sscc. toca temas acerca de la educación donde La Legión y el Opus tienen universidades donde no entran pobres, de Pìñera, cómo le parece que la Iglesia ha enfrentado la pedofilia, de la píldora del día después y otros intereresantes tópicos de una Iglesia popular, que se escandaliza con la pobreza antes que con el sexo; a la que reclama derechos para el pobre y no caridad.

La entrevista fue hecha por Jorge Rojas G.


Ronaldo Muñoz fue alumno del Papa Ratzinger, quien le calificó con distinción máxima una tesis que luego, durante la dictadura, terminó quemada por los militares. Es de los Sagrados Corazones y pudiendo dedicarse a pastorear a los ricos, decidió irse a una población y servir a los pobres. Representa, por ello, a la Iglesia popular, que se escandaliza con la pobreza antes que con el sexo; a la que reclama derechos para el pobre y no caridad.

Oírlo, es escuchar fuertes críticas al actual sistema económico, críticas muy ligadas al sentido común, que normalmente no entran en el debate porque los medios las califican de resentidas o de izquierda. Y, sin embargo, este sacerdote que ha dedicado su vida a los pobres, tiene mucho derecho a decirlas. Un buen punto de vista para partir este año electoral.

En la década del 70, usted optó por el trabajo con los pobres, ¿Le parece que la Iglesia ha seguido con esa línea o se ha vuelto más elitista?
Diría que ha habido retrocesos. Con Juan Pablo II nos abrimos a los pobres, pero para adentro él fue un hombre muy concentrador de poder. Eso se manifestó en el cuidadoso nombramiento de obispos conservadores manejados por la curia romana, y por la formación de curas que pensaron a la Iglesia para adentro, preocupados de la doctrina, de la catequesis y de construir iglesias, cuando lo que teníamos que hacer era salir a escuchar a la gente. Eso hizo que el clero se concentrara en los sectores de clase media para arriba y en los sectores populares quedáramos muy pocos.

¿Ya nadie quiere ser el cura de la población?
Hay pocos curas para los sectores populares, que es mucha gente y muchos curas para los ricos que es poca gente.

Los legionarios, por ejemplo.
Claro, pero no sólo con ellos. También los del Opus Dei y Schoenstatt, que son espiritualistas y elitistas, todo lo contrario a la opción por los pobres. Ellos pueden querer beneficiar a los pobres, pero desde arriba para abajo, y hace muchos años que no creo que la sociedad se arregla así. No quiero idealizar a los pobres, pero hoy ser un trabajador es una humillación, porque se los mantiene todo el tiempo con la idea de que van a perder la pega y se quedarán sin nada. Sobre todo en crisis, donde las ganancias son privadas y las pérdidas se nacionalizan.

La Legión y el Opus, además tienen universidades donde no entran pobres.
Es que hoy la universidad no es para los pobres, sino para hacer más eficientes y, ojalá, más generosos a los ricos.

¿Qué hace un cura que opta por los ricos?
No sé si hacen menos sacrificios, pero proyectan una imagen de más comodidad. Ofrecen un servicio a la gente del barrio o al círculo de amigos que se estrecha a su alrededor, organizan visitas a los enfermos, construyen iglesias y recolectan algún dinero para los pobres. Pero ese es el esquema de la limosna y no el de la solidaridad fraterna. Es simplemente dar un poco de lo que sobra para quedar tranquilo con la conciencia.

Pero la gente no quiere que le tiren la plata, quiere ganársela con dignidad para que sus hijos estudien. Sin embargo, lo que gasta el Estado en la educación de un niño pobre es un 15 por ciento de lo que gasta una familia de clase alta en la educación de sus hijos ¿Cómo se puede hablar de igualdad de oportunidades en esas condiciones? En Alemania hay escuelas diferentes para la mano de obra y para los que piensan y ninguno de ellos se mezcla. Es terrible, pero son menos hipócritas que acá, donde todo se maquilla.

En sus inicios, usted tuvo mucho contacto con las clases acomodadas. ¿Cuánto cambiaron los ricos en este tiempo?
Los de ahora son más ostentosos. Se conectan más con el jet set dominante del planeta que con las poblaciones. Leen el Times y The Economist, que no enchufan con las mayorías chilenas. Es lo mismo que pasa cuando uno lee El Mercurio, que cubre los intereses de los dominantes, su economía y su vida social, pero está desconectado de la realidad de la gente.

¿Y cómo es esa realidad? ¿Han cambiado los pobres en Chile?
Hay menos pobreza material, pero también menos dignidad. El pobre sabe que el país no funciona para él, aunque hay ciertos adelantos en salud o las salas cunas.

Se dice que en este sistema la gente es libre de cambiarse de trabajo si no le gusta…
Para el pobre la libertad se reduce a decidir si sigue trabajando miserablemente o lo deja y se queda sin nada. No es la única causa, pero por eso hay tantas personas en el alcohol y las drogas.

De acuerdo a su experiencia, ¿qué otras cosas están dañando a las poblaciones?
El juego. No sólo se construyen lujosos casinos para la clase media, sino que se está casinizando a las poblaciones con las máquinas tragamonedas. Eso provoca más empobrecimiento, porque todo está pensado para sacarle la mayor cantidad de plata a los pobres.

Hace un par de números publicamos la historia de una familia que llevaba 30 años viviendo en el Mapocho. ¿Qué le pasa cuando ve ese tipo de pobreza?
Este es un país escandalosamente desigual.

Muy poca gente acumula de tal manera la riqueza, el bienestar, la seguridad y el lujo que llega a ser obsceno. Ellos son los dueños del país y tienen la supervivencia asegurada y no saben qué es el hambre. En cambio, los pobres saben perfectamente cómo viven los ricos, porque ellos construyen sus casas, son las nanas de los niños, cuidan sus jardines y saben cuánto cuesta una mansión.

Una vez un trabajador me comentó que la empresa para la que trabajaba, terminaba una mansión en La Dehesa y, paralelamente, 300 viviendas sociales en una población y ¡la mansión costaba más que las viviendas!

¿Cómo cree que se resuelve esto? O hay que dejar que pase porque así es la vida…
Mientras los ricos no tengan contacto con las carencias y valores de los pobres no se puede hacer nada. A los ricos se les oculta la realidad con las carreteras hundidas que pasan por Santiago, pero los pobres ven a los autos pasar por ahí. Con los ricos hay que hacer puentes.

¿Qué sienten los pobres al ver el mundo de los ricos?
Amargura. Pero eso no aflora porque la gente pobre tiene miedo.

¿Y se ponen resentidos?
Esa es una palabra muy manipulada. La clase dominante usa ese término para referirse a los pobres que se atreven a organizarse y levantan la voz.

¿Qué ha pasado con la preocupación hacia los pobres que tenía la Concertación?
Recuerdo que Patricio Aylwin hablaba de deuda social. Es decir, que los pobres tenían el derecho de recibir, que eran acreedores. Pero en tiempos de Eduardo Frei ya no se habló de eso. Me parece que perdieron el contacto con la gente.

Hace poco los parlamentarios se trataron de auto-entregar 100 mil pesos para gastos en bencina. ¿Qué significan 100 mil pesos en una población?
Ese el ingreso total de muchas familias. Con 100 mil pesos comen cinco personas durante un mes y pagan el Transantiago. Los políticos no podrían vivir con ese sueldo. Ni se imaginan cómo es. Por eso pienso que los altos funcionarios deberían vivir una vez al año entre los pobres con el sueldo mínimo, como una escuela. Porque mucha gente que era del Mapu o del MIR y que hablaban mucho de los “derechos de los trabajadores” hoy dirigen empresas, y me parece que perdieron el horizonte.

Ya casi no se habla de derechos. Se habla de caridad, de compasión…
Así es. El AUGE, por ejemplo, ha revivido el tema de los derechos, pero en muy inferior calidad y oportunidad. Los tiempos de espera son enormes y la gente en vez de exigir rapidez hace lo imposible por encalillarse para tener una atención privada. Mire, yo tuve el primer síntoma de mi cáncer y a los cinco días tenía un diagnóstico preciso con tratamiento de especialistas que prepararon mis operaciones de acuerdo al tiempo que más le convenía a mi organismo. Eso es inalcanzable para la mayoría. De hecho, una persona me dijo: “si mi mamá hubiese tenido una atención como la de usted, todavía estaría viva”. La señora había muerto, después de haber esperado seis meses por una hora. La atención llega, pero muchas veces es demasiado tarde.

¿Por qué la gente no reclama?
Hay miedo de hacerlo, porque si alguien reclama la hojita de solicitud de la operación pueden pasarla más abajo y tener que esperar un mes más. Entonces la gente se termina resignando.

¿Qué pasó con los grupos que en los 70 exigían sus derechos?
Eso lo ahogó en sangre el terrorismo de Estado.

EMPRESARIO Y ¿PRESIDENTE?

Uno de los ricos de los que hemos hablado puede ser presidente de Chile ¿Qué le pasa con eso?
Bueno, no sólo Sebastián Piñera está moldeado por la experiencia empresarial. Eduardo Frei también. Él comenzó con las políticas de apertura económica más a fondo e hizo que los empresarios cogobernaran. Pero lo cierto es que Piñera controla el poder económico y si es presidente va a controlar el Poder Ejecutivo. Entonces estaremos peor de lo que estamos ahora. ¿Quién la va a hacer algún contrapeso?

Hace unas semanas Piñera pasó el weekend con un grupo de pobres y la nota salió en El Mercurio. ¿Qué le parece?
Que es marketing. Yo no digo que Piñera sea un hombre perverso o maligno, pero nunca se ha puesto en el pellejo de un pobre y sería un retroceso para Chile. Con Frei son distintos hasta por ahí no más, pero sería pero tener a la Alianza gobernando en vez de la Concertación. Porque el gran poder no está en la política sino que en el empresariado y la Alianza representa eso.

PEDOFILIA

¿Cómo le parece que la Iglesia ha enfrentado la pedofilia?
Muy mal. Pero se ha aprendido y rectificado. Ahora se trata de hacer las cosas más transparentes que antes. Es abominable y condenable silenciarlo. La gente de Iglesia está para servir a la vida y no para corromperla. No hay que fusilarlos, pero hay que sacarlos de circulación. Si hay alguien peligroso para la sociedad son los curas pedófilos, por el daño a los niños y a la familia. Con eso también la Iglesia pierde autoridad para hablar de sexualidad.

¿Qué tiene que hacer la Iglesia para evitar la pedofilia?
Sacar de circulación a los que tienen estas inclinaciones. La Iglesia está desesperada por tener curas, pero lo que necesitamos son cristianos conscientes. Jesús nunca pensó una Iglesia con curas y eso empieza en el siglo III. Muchas cosas que hoy parecen normales son relativamente recientes, como que el Papa nombre a los obispos. Lo mismo pasa con eso que para ser cura hay que ser célibe, porque en el primer milenio era normal que los curas fueran casados. El tema no es que todos los curas deban casarse, sino que sólo se acepte a los curas siendo célibes. Contra eso estoy yo.

¿Debería haber curas casados?
Debe ordenarse sacerdotes a matrimonios con liderazgos y conciencia que la misma comunidad presente al obispo.

¿Es muy revolucionario discutir eso?
Yo lo discuto en todas partes y una buena proporción de los curas piensa así, pero no se atreven a decirlo porque las autoridades superiores lo encuentran muy revolucionario. Pero esa discusión en la Iglesia va a venir.

VALORES

¿Cómo vio la discusión sobre la repartición de la píldora del día después?
No comparto la postura de la jerarquía de la Iglesia, pero la respeto. Una de las heridas que tiene nuestro pueblo y los medios de comunicación, incluido The Clinic, es que han trivializado el sexo y con eso no estoy diciendo que la Iglesia fuese coherente, porque durante mucho tiempo tuvimos una posición muy negativa frente a la sexualidad, y hoy pagamos la consecuencia de eso.

¿Es partidario de repartir la píldora del día después?
El problema no está ahí, sino que en una formación más humana, donde los adolescentes accedan a una cultura de la sexualidad diferente.

Pero la píldora es una solución de emergencia.
Claro, así como “Un techo para Chile” lo es para las casas. Pero siguen siendo un parche. Mucha gente de población dice que lucha para tener una casa digna pero son los sueldos de las personas los que deben permitirle a esa gente tener una casa. Entonces “Un techo para Chile” es una ayuda para los empresarios porque les permite pagar sueldos que no alcanzan para una casa. Y pueden decir, para qué quieren más si ya tienen casa. Ese paralelo con la píldora sirve para decir que la píldora soluciona sólo algunos efectos de esta orfandad afectiva. Uno puede discutir por qué la píldora se le prohíbe a los pobres y no a los ricos. Pero sigue siendo un tema secundario y pareciera que fuera el gran problema valórico que tiene Chile ¡y eso es una mierda, un engaño y una trampa! Hay que ir a la raíz y lo demás es hipocresía.

¿Dónde está el problema de raíz, entonces?
En el conjunto de condiciones empobrecedoras y humillantes en que vive la mayoría de los habitantes de nuestro país. Eso degrada no sólo el sexo, sino que también la amistad, el afecto y el valor de la solidaridad. Es muy difícil que se reteja una red social diferente a la de ir a una oficina de un municipio o esperar a un camión del barrio alto con cajas de navidad y abalanzarse como si fuésemos perros sobre un montón de huesos. Se necesitan condiciones para el crecimiento humano, pero los discursos de la reforma educacional apuntan a que seamos trabajadores mejor calificados, para que ganemos más, consumamos más y así los ricos tengan cada vez más. No apuntan a formar personas vinculadas con el resto.

¿Cuáles son las discusiones valóricas que se van a dar en adelante?
Me rebelo con esa identificación entre los valores y la sexualidad. El gran valor que se ha perdido es la solidaridad. No somos para nada solidarios y nos engañamos con esto de la Teletón.

¿Cree que con la crisis que viene haya más efervescencia social este año?
Dios quiera que lo que pasó con los estudiantes de enseñanza media, con los trabajadores forestales, los subcontratados del cobre, los pescadores artesanales y las temporeras se siga dando. Tiene que hacerse. Son signos nuevos, positivos, y que van en la línea de exigir y luchar por una sociedad más abierta, justa y humana. Y humana para todos, pobres y ricos. Las nanas de los más acomodados dicen que les da pena cómo viven sus patrones con ese afán de tener cosas o hacerse cirugías, y ellas no lo dicen en sentido irónico.

¿Ese fenómeno es nuevo?
Sí, hoy la riqueza está más concentrada. También ahora hay sectores medios que acceden a cosas que antes no podían, como el auto último modelo y vacaciones lujosas en el extranjero. Pero es una vida hueca, a veces acompañada de crisis de pareja, niños abandonados y adicciones. Es una vida… ¿cómo calificarla? En realidad son máquinas, cosas, más que personas.


Ronaldo y su actual comunidad en Lo Espejo, junto al superior general y una vecina, en mayo de 2008

¿Qué tan vigentes están las ideas de la teología de la liberación?
Siguen vigentes, pero más segregadas en distintas teologías que han recogido algunas ideas.

¿En los 70, los teólogos de la liberación fueron muy desacreditados en Chile?
Pasaba de todo. Éramos muy solicitados por muchos obispos, pero para los más cercanos al régimen militar, que eran como cinco, éramos personas no gratas y poco confiables. De todas maneras, eran una minoría y no tenían peso en el episcopado chileno.

¿Cómo era esa desconfianza?
Descalificativa y desacreditadora como cura, sobre todo en lo que escribíamos en los libros y documentos que circulaban en la Iglesia.

¿Qué tan vinculada estuvo la Iglesia a la dictadura?
No hubo mucha vinculación como Iglesia, pero algunos obispos se mantuvieron muy cerca del régimen y muchos no vieron o creyeron no ver las atrocidades que se estaban cometiendo en los derechos humanos y en la economía también.

¿No se derechizó la Iglesia?
Diría que no hubo una derechización, pero era muy ideológica. A partir de la década del 90 la Iglesia vivió un repliegue, una vuelta sobre si misma, y bajó su interés por la realidad social.

Durante el gobierno militar se quemaron libros suyos. ¿Eso fue lo más cerca que estuvo de la represión?
No, también estuve detenido con otras 15 personas de la comunidad de la población Malaquías Concha, de la Granja, en abril de 1974.

¿Cómo fue eso?
Estábamos en una reunión con los pobladores donde buscábamos la solución a la falta de alimento de los niños y llegaron los Carabineros porque dos personas nos denunciaron que estábamos organizando otra cosa. Fuimos maltratados física y psicológicamente y después nos entregaron a los militares que nos llevaron a Villa Grimaldi.

¿Qué pasó después?
Nos interrogaron y a algunos jóvenes los torturaron. Estuve todo el tiempo con los ojos vendados, en un clóset de menos de un metro cuadrado. Me preguntaban para hacerme entrar en contradicciones, porque querían sacarnos alguna confesión que dijera que en la capilla se guardaban armas. Y eso no era verdadero. Lo más duro que vivimos esa noche fue la simulación de un fusilamiento de todo el grupo y un joven se puso a gritar de miedo. Por supuesto, lo que nos hicieron no es nada comparado a las atrocidades que supimos que en ese lugar se cometieron.

¿Cómo salieron libres?
Todo esto pasó en un solo día y salimos por la presión que hizo el Cardenal Raúl Silva Henríquez, que se enteró por un cura.


Este martes 15 de diciembre de 2009, a las 16.50 hrs., ha fallecido en Santiago de Chile el religioso y sacerdote Ronaldo Muñoz Gibbs, de la Congregación de los Sagrados Corazones

LA IGLESIA QUE AMO (Ronaldo Muñoz)

Pocas catedrales de canto y oro,
muchas capillas de barro y tabla.

Pocos ricos adiestrados a la indiferencia,
muchos pobres expertos en pasión compartida.

Pocos letrados calculadores y prudentes,
muchos sencillos que saben de fe y de esperanza.

Pocos doctores muy seguros de su doctrina,
muchos testigos que escuchan de verdad.

Poco poder de fariseos y sacerdotes de carrera,
mucho servicio humilde a los hermanos más pequeños.

Pocos proyectos de dólares y marcos,
muchas mingas de sudor y canto.

Pocas ceremonias en palacios y cuarteles,
muchas fiestas en aldeas y barrios marginales.

Pocas bendiciones de armas, bancos y gobiernos,
muchas marchas de paz, justicia y libertad.

Poco temor al Dios del castigo y de la muerte,
mucho respeto al Dios del amor y de la vida.

Poco culto de espaldas al pueblo
a Cristo rey eterno en las alturas.

Mucho amor y seguimiento a Jesús el de María,
Compañero, Profeta, Hijo del Padre.

Poco, cada vez menos,
mucho, cada vez más.

Cántico del hermano sol

8.12.09

A propósito de la Cumbre en Copenhagen


Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.

Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
y del cual nos quejamos
gracias a los gases que provocan
el efecto invernadero,
que lo sigamos viendo bello y radiante
con gran esplendor,
de ti, Altísimo, queremos ver significación.

Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
que gracias a la contaminación lumínica
las hemos dejado de ver en el cielo
claras y preciosas y bellas.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube
y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas seguirias dando sustento
si no los hubieramos contaminado.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte;
y sin embargo, no lo hemos sabido utilizar.

Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas,
que de esto no nos damos cuenta
y la queremos manipular.

Alabado seas, mi Señor,
por que nos perdonas los que hemos hecho,
gracias a tu amor;
bienaventurados los que hacen conciencia
del daño que hacemos y lo quieren remediar
porque por ti, Altísimo, serán coronados.

Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran
sin luchar por un mundo mejor,
buscando insaciablemente riquezas.

Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.

Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad,
preservando todo lo que nos da.

Francisco de Asís

Es en Belén de Judá

7.12.09

Felicitación navideña 2009

Dios se revela a los sencillos, decía al Papa a los Teó-logos, comentando el Evangelio del día (1 diciembre 2009) Lc 10,21-24

“… un hecho que comienza ya en los tiempos de su nacimiento, cuando los Magos de Oriente preguntan a los competentes, a los escribas, a los exegetas, el lugar del nacimiento del Salvador, del Rey de Israel. Los escribas lo saben porque son grandes especialistas; pueden decir en-seguida dónde nace el Mesías: ¡en Belén! Pero no se sien-ten invitados a ir: para ellos, sigue siendo un conocimiento académico que no toca su vida, quedan fuera. Pueden dar información pero la información no se convierte en for-mación para la propia vida”.

Este pensamiento nos da pie para cantar a Jesús, Verbo de Dios, en esta Navidad. La Academia no nos salvará; sólo la revelación de Dios, si nos hacemos como niños. “En cambio, también en nuestro tiempo están los pequeños que han conocido tal misterio. Pensemos en santa Bernadette Soubirous, en Santa Teresa de Lisieux, con su nueva lectura de la Biblia, “no científica”, sino entrando en el corazón de la Sagrada Escritura; hasta los santos y beatos de nuestro tiempo: santa Josefina Bakhita, la beata Teresa de Calcuta, san Damián de Veuster. ¡Podríamos nombrar muchos!”

(Homilía del Papa Benedicto XVI en la Santa Misa con los miem-bros de la Comisión Teológica Internacional, Capilla Paulina, martes 1º de diciembre de 2009).

Nosotros también queremos ser de esos sencillos.


Es en Belén de Judá,
según dice la Escritura;
los Sabios sí lo supieron,
mas no fueron a la Cuna.

En Belén del Rey David,
aquel que el rebaño cuida,
dulce Cantor de Israel,
que al Rey Mesías anuncia.

En Belén, la muy pequeña,
de los pequeños figura;
de oraciones y cantares
y de salmos fuente pura.

Dios de Dios y Luz de Luz,
Verbo santo, estirpe una,
en la Virgen entrañado,
presencia que en mí se oculta.

Cristo, mi Sabiduría,
mi paz, mi senda segura,
puerta de la Trinidad,
mi Dios, mi cruz, mi aleluya.

¡Gloria al Santo, gloria eterna,
gloria a Dios en las alturas,
y la paz del Redentor,
su gracia, a sus creaturas! Amén.

Puebla, 4 diciembre 2009.

Fr. Rufino María Grández

Francisco de Asís, un hombre de paz formado por la liturgia

5.12.09

También la historia de Francisco de Asís, como la de cualquier hombre, será siempre, en cierto sentido, un misterio. Reconocer esto no impide seguir estudiándola, gracias también a los resultados ya alcanzados. Justo en esta perspectiva se está reconociendo el papel importante, por no decir fundamental, de la liturgia en la historia de Francisco
por Pietro Messa.

Hay que reconocer que, en cierto sentido y respecto a otros santos, Francisco de Asís ha tenido una suerte envidiable. En 1992 The Time Magazine lo declaró uno de los hombres más representativos del segundo milenio; ha sido estudiado por centros de investigación universitarios laicos y no laicos, son innumerables las publicaciones científicas y de divulgación dedicadas a su historia, narrada también en varias películas, y es reconocido como referencia ideal por personas de diversas culturas y religiones. Añádase a todo esto la elección de Asís, la ciudad de san Francisco, por parte del Juan Pablo II para la histórica jornada del 27 de octubre de 1986 que dio inicio al llamado “espíritu de Asís”, es decir, a ese movimiento interreligioso en favor de la paz; el Pontífice volvió el 9 y el 10 de enero de 1993 y, a pesar de las numerosa reservas y dudas acerca de su oportunidad, el 24 de enero de 2002, es decir, después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Un san Francisco, pues, muy valorizado y si bien el día de su fiesta, el 4 de octubre , no es fiesta nacional en Italia, su nombre es sinónimo de diálogo intercultural e interreligioso. Todos sabemos, sin embargo, que la frontera entre tener éxito y caer en la inflación es muy sutil, y esto vale también para el santo de Asís.

Los estudios franciscanos han examinado las fuentes inherentes a su experiencia cristiana, mientras que innumerables estudiosos siguen tratando de perfeccionar el conocimiento de dichas fuentes para descubrir el rostro de este santo, fuera de toda imagen hagiográfica o manipulación ideológica. Se ha estudiado detenidamente su formación cultural y espiritual, descubriendo varias estratificaciones, o sea: la cultura cortés, que permaneció también después de la conversión, el elemento evangélico e incluso las reminiscencias de las antiguas vidas de los Padres del desierto. Frente a estos innumerables estudios, cuyos comienzos se remontan a Paul Sabatier, parece que acerca del hermano Francisco de Asís, el hijo del mercader Pietro de Bernardone, ya no hay nada que estudiar. Sin embargo, la imagen más divulgada no sólo parece abusada, a veces se tiene la sensación de que le falta algún aspecto importante, y a veces que es víctima de alguna operación ideológica instrumentalizadora. Está claro que, en cierto sentido, la historia de Francisco de Asís, como la de cualquier hombre, será siempre un misterio. Aceptar esto no impide, sin embargo, que se siga estudiando, gracias también a los resultados alcanzados hasta ahora. Precisamente con esta perspectiva, se está reconociendo el papel importante, por no decir fundamental, de la liturgia en la historia de Francisco.

A menudo incluso la Biblia, y por tanto el Evangelio, está presente en sus escritos a través de la liturgia. […] Lo que resulta de un estudio más detallado, es que conoció la Escritura mediante la liturgia, es decir, gracias a la mediación de la Iglesia


1. Un periodo de reforma litúrgica
La época en que vivió Francisco fueron años de grandes cambios y transformaciones culturales: el desarrollo de las ciudades, el nacimiento de las universidades, el crecimiento de los intercambios comerciales, el florecer de nuevas exigencias religiosas que a menudo desembocaron en la herejía, pero también en movimientos pauperísticos. Normalmente los estudios más agudos, cuando encuadran históricamente la vida de Francisco de Asís, toman en consideración todos estos aspectos. Pero lo que nunca se toma en consideración es que esos años fueron uno de los momentos neurálgicos de la historia de la liturgia. En efecto, si tomamos cualquier manual de historia de la liturgia, podemos constatar que Inocencio III comenzó una reforma de la liturgia de la Curia romana cuyos resultados se difundieron por todas partes gracias a los Frailes menores, y dichos resultados siguen siendo hoy el elemento que caracteriza la liturgia latina de rito romano.

A principios del siglo XIII existían en Roma cuatro tipos de liturgia: la de la Curia romana, que residía en el Palacio de Letrán, la de la cercana Basílica de San Juan, la de la Basílica de San Pedro y la llamada de la Urbe, es decir, de la ciudad de Roma. Inocencio III en su programa de reforma, que tuvo uno de sus momentos de mayor expresividad en el Concilio Lateranense IV de 1215, no excluyó la liturgia. Uno de los frutos más prestigiosos de la reforma de la liturgia fue el breviario. Reuniendo, integrando y adaptando a la Curia romana, que a menudo debía trasladarse, textos que anteriormente estaban distribuidos en libros distintos, Inocencio III ofreció un instrumento manejable sobre todo a los que estaban a menudo de viaje. Este breviario, precisamente por su utilidad, pronto fue adoptado también por algunas diócesis, entre ellas la de Asís. De este modo Francisco y la fraternitas minorítica dispusieron de un libro litúrgico que pronto se demostró conforme a sus exigencias de personas itinerantes que vivían como “extranjeros y peregrinos”. Así los Frailes menores hicieron suya la oración litúrgica y específicamente la de la Curia romana, es decir, del pontífice.

2. No simplemente cuestión de oración
Adoptar un libro litúrgico u otro no era indiferente. Era algo que ya había comprendido el papa Gregorio VII, que veía con temor la disparidad litúrgica porque en algunos casos no sólo llevaba a la disparidad jurisdiccional, sino también doctrinal, es decir, a la herejía. Por ejemplo, adoptar el breviario de la Curia romana reformado por Inocencio III significaba aceptar toda una tradición anterior; la disposición en él de las varias fiestas, la elección de determinadas lecturas, el ensamblaje de pasajes bíblicos para formar antífonas, versículos y responsorios, la presencia de innumerables lecturas tanto patrísticas como de los antiguos martirologios, eran fundamentalmente el resultado de la reflexión eclesial y de las vivencias, sobre todo monásticas, del milenio anterior. Por tanto, al hacer suyo el breviario Francisco y la fraternitas minorítica se insertaron en una historia que los había precedido y que había sido transmitida a lo largo de los siglos. Esto no significa que sintieran o actuaran como si fueran prisioneros de esa tradición: de hecho, como señala una fuente, Francisco no dejó de afirmar su propia peculiaridad rechazando algunos modelos anteriores.

De todos modos, al acoger la oración del breviario, entran en esa tradición espiritual y teológica madurada a lo largo de los siglos en la Iglesia, como pude constatarse leyendo los escritos de Francisco, donde las reminiscencias litúrgicas son innumerables. Dichas reminiscencias, que técnicamente se definen casos de “intertextualidad e interdiscursividad” –verdaderas citas o simples llamadas conceptuales–, son a menudo una transmisión de textos patrísticos interiorizados por el santo. Si esto parece sorprendente, sobre todo respecto a cierta historiografía que ha presentado a Francisco de Asís como el Santo del solo Evangelio –casi una especie de precursor de la reforma protestante–, aún más consecuencias tiene el hecho de que a menudo incluso la Biblia, y por tanto el Evangelio, está presente en sus escritos a través de la liturgia. Esto, naturalmente, nos lleva a revisar ciertas descripciones de la experiencia espiritual de Francisco que lo representan como alguien que tuvo una relación inmediata, sin mediaciones, con la Escritura. En cambio, lo que resulta de un estudio más detallado, es que conoció la Escritura mediante la liturgia, es decir, gracias a la mediación de la Iglesia. Y la liturgia es ella misma una explicación de la Escritura, es decir, una exégesis. De hecho, la simple colocación de una determinada lectura en una fiesta en vez que en otra nos habla ya de la clave de lectura y de comprensión de ese determinado fragmento. Así la lectura en el Común de la Virgen María del capítulo 11 de Isaías, que habla del vástago que nace del tronco de Jesé, es ya en sí misma una perspectiva mariana dada a ese determinado fragmento, acentuada notablemente si en lugar de virga, es decir, vástago –como debería ser– encontramos virgo, es decir, Virgen, como resulta en el breviario que perteneció a san Francisco de Asís: «Saldrá la Virgen del tronco de Jesé y un retoño de sus raíces brotará. Sobre él se posará el espíritu del Señor».

3. El testimonio del Breviarium sancti Francisci
La importancia de la liturgia en la fraternitas minorítica y en la historia de Francisco de Asís no sólo está atestiguada por la Regla de los Frailes menores confirmada por el papa Honorio III en 1223, sino sobre todo por un códice conservado entre las reliquias del protomonasterio de Santa Clara, junto a la homónima Basílica, en Asís. Como atestigua un escrito autógrafo de fray León, es decir, de uno de los compañeros además de testigo del Santo, este códice fue usado por el propio Francisco: « El bienaventurado Francisco adquirió este breviario para sus compañeros los hermanos Ángel y León, y quiso servirse de él para decir el oficio divino cuando gozaba de buena salud, como se contiene en la Regla. Y, cuando estaba enfermo y no podía rezar el oficio, quería, al menos, escucharlo. Y así lo vino haciendo mientras vivió».

El códice, denominado Breviarium sancti Francisci, consiste fundamentalmente en un breviario, el salterio y el evangeliario; la primera parte es la más consistente y está formada por el breviario de la Curia romana reformado por Inocencio III. La antigüedad del texto, que lo convierte en un testimonio privilegiado de dicha reforma y de la historia de los libros litúrgicos en general, queda confirmada por la presencia, sobre todo en las solemnidades marianas o de santos ligados al ministerio pontificio, como Pedro, Pablo, y Gregorio Magno, de lecturas sacadas de los sermones del mismo Inocencio III. Después de la muerte del Papa en 1216 su sucesor Honorio III dio carácter facultativo a estas lecturas, con lo que desaparecieron inmediatamente del breviario5. El Breviario de san Francisco es el único breviario propiamente dicho que contiene estas lecturas por extenso. Francisco usó este códice que seguramente cooperó a formar en él una cultura teológica, aunque rudimentaria, que le permitió expresar su espiritualidad y su pensamiento en algunos escritos, tres de los cuales han llegado hasta nosotros en formato autógrafo.

Considerando el papel que tuvo la liturgia en la formación cultural y espiritual de Francisco, ha de tenerse en la debida cuenta cuando se trata de comprender el mensaje del santo de Asís. Por tanto, hay que tener presente el contenido de dicho códice cada vez que se quiera profundizar en una temática particular de su pensamiento; así el papel de la Virgen María en su pensamiento será más inteligible en la medida en que se lean sus escritos teniendo en cuenta el Oficio de la Bienaventurada Virgen y de las cuatro fiestas marianas contenidas en el susodicho códice, esto es: la Presentación de Jesús en el Templo, el 2 de febrero; la Anunciación, el 25 de marzo; la Asunción con su octava, del 15 al 22 de agosto; y la Natividad de María, el 8 de septiembre. Si bien las dos primeras, es decir, la Presentación en el Templo y la Anunciación, celebran dos misterios de la vida de Jesucristo, ya desde hacía siglos habían tomado una fuerte connotación mariana, tanto es así que el susodicho Breviarium la denomina como fiesta de la Purificación de la Virgen María.

La importancia del Breviarium sancti Francisci fu reconocida y atestiguada por el mismo fray León que se lo dio a la abadesa Benedicta del monasterio de Santa Clara, en Asís, para que lo conservara como un testimonio privilegiado de la santidad de Francisco. Pero antes de entregarlo marcó en el calendario varios aniversarios de difuntos, entre ellos los de Inocencio III y Gregorio IX. Después de algunos años durante los cuales fue usado como libro litúrgico, el breviario del Santo fue colocado definitivamente entre las reliquias de dicho monasterio, donde aún hoy se puede admirar. A causa de esta importancia su portada fue decorada en el siglo XVII con dos ornamentos de plata que representan a san Francisco y santa Clara.

4. Francisco y la Iglesia
Uno de los temas más debatido en la historiografía franciscana es la relación de Francisco con la Iglesia. Unos han hablado de Francisco como de una especie de revolucionario, otros, no pudiendo contradecir las fuentes, han buscado la razón de su obediencia a la jerarquía en su decisión de vivir en la minoridad; tanto en un sentido como en el otro su actitud es vista siempre de un modo que podemos definir desapegado, extrínseco. Considerar la importancia de la liturgia en la historia de Francisco puede ayudar a comprender mejor su relación con la Iglesia: él vivió, y por supuesto no de modo pasivo, la inserción en una historia que lo precedía y que se había manifestado mediante determinadas fórmulas. La oración y la meditación de textos anteriores a él, expresión de la vida y de la santidad de la Iglesia a lo largo de los siglos, fueron para Francisco el lugar de comunión con la historia de la salvación. Precisamente por esto se mostró determinado contra aquellos que no querían rezar el oficio, come nos atestigua lo que dice en su testamento: «Y aunque sea simple y esté enfermo, quiero, sin embargo, tener siempre un clérigo que me rece el oficio como se contiene en la Regla. Y que todos los otros hermanos estén obligados a obedecer de este modo a sus guardianes y a rezar el oficio según la Regla. Y los que fuesen hallados que no rezaran el oficio según la Regla y quisieran variarlo de otro modo, o que no fuesen católicos, todos los hermanos, dondequiera que estén, por obediencia están obligados, dondequiera que hallaren a alguno de éstos, a presentarlo al custodio más cercano del lugar donde lo hallaren. Y el custodio estará firmemente obligado por obediencia a custodiarlo fuertemente día y noche como a hombre en prisión, de tal manera que no pueda ser arrebatado de sus manos, hasta que personalmente lo ponga en manos de su ministro. Y el ministro estará firmemente obligado por obediencia a enviarlo con algunos hermanos que día y noche lo custodien como a hombre en prisión, hasta que lo presenten ante el señor de Ostia, que es señor, protector y corrector de toda la fraternidad»8. Este proceso que termina con la entrega al “señor de Ostia”, es decir, al llamado cardenal protector de la Orden minorítica, ha sido considerado una de las “durezas” del hermano Francisco que tanto choca con cierta imagen suya irénica; y dicha dureza se dirige a aquellos que no rezan el breviario. Esto se debe al hecho de que esa determinada oración, y por tanto su rechazo, estaba directamente relacionada con la ortodoxia de la persona y de la comunidad.

El axioma lex orandi, lex credendi, lex vivendi lo podemos constatar vivido por Francisco que lo consideraba, aunque no explícitamente, una de las referencias de su experiencia cristiana. La modalidad con que Francisco rezó, y que quiso que fuera también la de la fraternitas minorítica, es decir, el rezo del breviario, es expresión de su fe, la de la Iglesia representada por el pontífice, que se ha expresado en sus vivencias concretas. Por tanto, si se quiere comprender cabalmente las vivencias del santo de Asís y su predicación de paz –con el significado que ha ido asumiendo a lo largo de la historia y sobre todo gracias al pontificado de Juan Pablo II–, no puede olvidarse su fe manifestada mediante la oración, sobre todo litúrgica, y el rezo del breviario.

La persona de san Francisco de Asís

2.12.09

¿Quién no sabe algo de este santo? De su conocimiento universal dan testimonio los nombres que la tradición franciscana y popular le han dado. Él es el Pobrecillo de Asís, el Serafín de Asís, el Hermano universal, el otro Cristo, el cantor de la naturaleza, incluso el Hermano global.

Y entre todos esos nombres, que describen su personalidad y carisma, hay dos rasgos que no se pueden olvidar: su vida está orientada a Cristo y a los hermanos. Para él todo tiene sentido o no lo tiene según esté inspirado por Cristo o dirigido a él.

Pero no fue siempre así. Porque él nació en el seno de una familia burguesa, en la que aprendió de su padre a confiar más en el dinero, en el poder y en el prestigio que en Dios. Era el año 1181/82 cuando, mientras su padre estaba ausente en uno de sus viajes de negocios a Francia, nació el niño que, por deseo de su padre y por la admiración de este a aquel país, se llamaría Francesco.

Cuando se dirigía al campo de batalla, bien protegido por su armadura de caballero, sintió el llamado de Dios a cambiar de rumbo y obedeció sin saber qué iba a hacer, exponiéndose a la burla de sus amigos y a la ira de su padre. Pero no había vuelta atrás. Forzado por la intolerancia de su padre, llegó a despojarse de todo y ponerse en las manos de su Padre celestial ante la vista atónita de quienes asistieron a aquel juicio ante el Obispo de Asís: “Desde ahora ya no llamara padre a Pedro Bernardone, sino que diré: Padre nuestro, que estás en el cielo…”.

Y es, a partir de ese día, cuando Francisco comienza un viaje de evangelizador itinerante, que caracterizará su vida, que le dará la alegría de proclamarse “heraldo del gran Rey” y la osadía de anhelar con toda su alma dar su vida por Cristo, para lo cual se dirigirá al norte África, predicando el evangelio a los musulmanes. Pero ese no era el plan de Dios. Su martirio sería otro. El experimentará ser crucificado con Cristo en vida durante dos años con los estigmas corporales, que Dios le concede el año 1224, mientras ora y ayuna la cuaresma de San Miguel Arcángel en el monte Alvernia.

Sin embargo, a pesar de sus pruebas y enfermedades, a pesar de vivir crucificado con Cristo no pierde la alegría y no deja de cantar las alabanzas de Dios. Admira las creaturas porque le recuerdan a Cristo. Bendice a Dios por el hermano sol, porque le recuerda a Cristo, “el sol de justicia”; aparta los gusanos del camino porque le recuerdan a Cristo, que en su pasión “parece un gusano y no hombre”; rescata a un corderito que va a ser sacrificado en el rastro, porque le recuerda a Cristo “el Cordero de Dios”. Cuando pide en el Padre nuestro “el pan nuestro de cada día”, pide a Dios “su amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo”; cuando pide a Dios que “perdone nuestras deudas”, está pensando en “el valor de la pasión de su amado Hijo”. Y llora aun en público porque “el amor (Cristo) no es amado”. Entre sus amores consentidos están los “hermanos leprosos”, pues le recuerdan dramáticamente y de modo irresistible a Cristo en su Pasión.

Y como broche de oro, recodamos una oración preferida suya: “Señor, que yo muera por amor de tu amor, ya que Tú te dignaste morir por amor de mi amor”.