Hoy, 23 de octubre, celebramos el Domingo Mundial de las Misiones, DOMUND, un día especial para agradecer nuestra vocación misionera, la propia, la de nuestra Orden y la de la Iglesia (que somos todos). Ciertamente, hoy tenía el propósito de escribir algo sobre este, pero por diversas circunstancias lo he podido. Quizás lo haré mañana para no dejar escapar esta oportunidad. Por lo tanto, les comparto lo siguiente, esperando que inquiete al que lo lea y genere una posición propia.
FUNDAMENTO ECLESIOLOGICO DE LA MISION
Buscamos comprender mejor cuál es la misión de la Iglesia y cuál nuestra propia misión en la Iglesia. Comprender cómo realizarla en y desde la Iglesia. Como referencias, tomaremos lo que Jesús mismo nos ha dicho sobre la Iglesia y sobre nuestra misión; lo que la Iglesia misma ha dicho sobre su misión en el mundo; y lo que nosotros mismos sentimos respecto de nuestra propia misión ( cf. misión y respuesta del apóstol: Mt 28, 19).
1. LA IGLESIA DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO (RM 31)
La comunión trinitaria es la fuente, el motor, el fin de la vida y de la misión de la Iglesia. ·
Ella vive y obra en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; nos conduce al Padre por el Hijo en el Espíritu; da gloria al Padre por Cristo en el Espíritu. ·
Todo su ser y misión depende del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
2. LA IGLESIA DE JESUCRISTO
Jesucristo es: enviado - mediador; revelador - guía; Dios hecho hombre - salvador ·
El vive en la Iglesia, es su esposo, la hace crecer por el Espíritu Santo y a través de ella cumple su misión. ·
La Iglesia responde a la misión de Jesucristo mediante la "comunión y participación" en su plan de salvación. (RM 9b, 5c, 6a) ·
La Iglesia ha sido convocada y congregada por Jesucristo, en el Espíritu, para el Padre (LG. 1- 3; RM 46c; 47b y d)
La Iglesia es:
Cuerpo de Cristo ·
pueblo de Dios ·
familia de Dios ·
templo de Dios ·
sacramento universal de salvación · Iglesia (RM 9a, 9b y 11c)
La misión de la Iglesia: comunión y participación
Comunión:
llevar hacia el Padre, por Jesucristo, en el Espíritu Santo; ·
unir a los hombres con Dios, para vivir su vida, su amor y su verdad; ·
transformarse y transformar en El (ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí...)
Participación:
recibir la vida nueva y los demás dones de Dios;
unirse a su acción salvadora: dar lo recibido y ser signo e instrumento suyo.
3. SACRAMENTO UNIVERSAL DE SALVACIÓN
3.1. Iglesia - misterio: Signo e instrumento de Jesucristo. Signo de su presencia y de su acción salvadora:
El vive en ella, ella es la primera que ha participado en la salvación y la que muestra la presencia y la obra del Salvador; ·
Instrumento de Jesucristo mediante el cual El sigue realizando su misión salvadora;
Jesucristo realiza la voluntad del Padre, por el Espíritu Santo, mediante la Iglesia para el mundo entero.
3.2. Iglesia - comunión:
ella vive la comunión con su Salvador y congrega a la humanidad para que entre en comunión con el Dios Salvador; ·
ante todo con la vida y el testimonio, anuncia la vida nueva que se recibe en la comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; ·
ella congrega en torno a Jesucristo para que se viva en "comunidades", con un solo corazón y una sola alma; ·
La Iglesia da impulso a la evangelización se da a través de la vivencia concreta de "comunidades eclesiales vivas, dinámicas y misioneras" (RM 26; Santo Domingo 54).
3.3. Iglesia - misión: Iglesia "misionera":
ella ha recibido la misión de ir a evangelizar y, así, está puesta para colaborar a Jesucristo en este servicio salvador al mundo entero; ·
en el envío a los Apóstoles, fuimos enviados todos a evangelizar; ·
la misión de la Iglesia es universal: hacia todas las gentes, en todos los tiempos, hasta las raíces, para todos y con todo el poder de Dios.
4. LAS TAREAS QUE COMPRENDE ESTA MISION SON (RM 18c):
1. el anuncio de Jesucristo y su Evangelio (RM 12a y 20a);
2. la formación y maduración de comunidades eclesiales (RM 26b y 20c).
3. la promoción humana y la encarnación de los valores evangélicos (RM 43 b y 20d
5. NUESTRA MISION EN LA IGLESIA
5.1. Para la Iglesia y para cada uno es un derecho-deber de la Iglesia evangelizar (RM 86)
5.2. Todos y cada uno estamos enviados a evangelizar, a todas las gentes y siempre. Estamos llamados a vivir la comunión y participación en diversos niveles eclesiales (RM 48 y ss):
la Iglesia Particular ·
la parroquia ·
las comunidades eclesiales locales: la familia, la comunidad eclesial de base, otras comunidades eclesiales.
5.3. Dentro de la misión única y universal de la Iglesia (RM 39a), todos y cada uno tenemos nuestra propia misión:
Dentro del cuerpo somos partes; dentro del pueblo de Dios somos miembros; dentro del Templo de Dios somos piedras vivas; dentro de la Familia Eclesial somos hijos; dentro de la Iglesia tenemos el derecho-deber de evangelizar a todas las gentes.
Somos signo de la presencia y de la acción del Salvador.
Vivimos en comunidades eclesiales vivas, dinámicas y misioneras.
Somos instrumentos, misioneros, de Jesucristo para comunicar su verdad, amor y vida nueva.
Dentro de los diversos ministerios y servicios eclesiales, somos evangelizadores y animadores misioneros.
Estamos llamados a dar un especial impulso a la misión Ad gentes y a la nueva evangelización
Hemos de vivir y promover intensamente la comunión y participación en comunidades eclesiales vivas, dinámicas y misioneras. Nos comprometernos en la evangelización universal dando prioridad a la evangelización de los no cristianos, tanto de nuestro ambiente como del mundo entero.
6. MARÍA
Madre de Dios
nuestra madre en la Iglesia
nuestra modelo, pedagoga y compañera en nuestra misión.
CONCLUSION
La misión de la Iglesia y nuestra propia misión se fundamentan en la comunión y participación de la Verdad, el Amor y la Vida de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. ·
Recibimos nuestra misión en la Iglesia, la cumplimos en comunión y participación de Iglesia y desde ella vamos como enviados a evangelizar a todas las gentes en el mundo entero. ·
La misión es la que renueva nuestra identidad cristiana, nos devuelve nuestro entusiasmo, nos ayuda a superar las dificultades en nuestra comunidad y nos hace participar en la salvación de Jesucristo (RM 2).
Nuestra principal perspectiva de vida y servicio es realizar la propia misión en y desde comunidades eclesiales vivas, dinámicas y misioneras.
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