Sobre el Adviento

2.12.11

A los Runas:

Adviento es un tiempo interesante y profundo como son las cosas de Dios. Un tiempo para prepararse y enderezar. Un tiempo para allanar el camino de la vida e igualar las asperezas que dejan las crisis en el corazón.

Es una minga. Tenemos una tarea que cumplir, y no es para menos. Viene el Libertador y para eso hay que construir la libertad. Una libertad que no se gana cambiando leyes y gobiernos, maridos y padres de familia, jóvenes y modas, sino con el cambio interior de la persona.

La figura central, el capataz y maestro en caminos y en vida es Juan Bautista. Si queremos participar en la minga estemos atentos a este maestro: a cómo es, qué dice y hace.

Hay un calendario corto para la realización de esta minga de trabajo: son 4 semanas y el día 25 de diciembre llega Jesús que fortalece y da seguridad a la obra ¿El día 25 será el día de la libertad? ¿Vendrá el Libertador? ¿Cuándo terminará la construcción del camino?

Sea lo que sea, cada uno es responsable del ritmo del camino, incluso podemos acelerarlo.
Fijémonos bien cómo es nuestro maestro de caminos que nos contrata, Juan Bautista (recuadro). Un hombre así, se ve extraño en nuestra sociedad revolucionaria del siglo XXI a la que critica con su look y su mensaje de vida:
En su vestido, comida, bebida y medios de información se contenta con lo indispensable o menos. El anuncio es coherente: sus palabras novedosas no son vacías de sentido. Por eso hacen de él una personalidad irresistible que arrastra a la gente con su propuesta a contrapelo, pero de conciencia: Mente nueva, vida nueva, obras nuevas. Esta es su buena noticia.

Este maestro sin títulos, sin un proyecto de formación ni cursos para enseñar, vive retirado en el desierto, es libre y espera al Libertador. Propone un cambio de dirección social, una lijada a las crisis del corazón. Propone también una capacidad para tomar decisiones y a alegrarnos con las consecuencias, nada a tono con la sociedad, pero muy positivas.

José Miguel Goldáraz

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