A propósito de la Cumbre en Copenhagen
Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
y del cual nos quejamos
gracias a los gases que provocan
el efecto invernadero,
que lo sigamos viendo bello y radiante
con gran esplendor,
de ti, Altísimo, queremos ver significación.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
que gracias a la contaminación lumínica
las hemos dejado de ver en el cielo
claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube
y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas seguirias dando sustento
si no los hubieramos contaminado.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte;
y sin embargo, no lo hemos sabido utilizar.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas,
que de esto no nos damos cuenta
y la queremos manipular.
Alabado seas, mi Señor,
por que nos perdonas los que hemos hecho,
gracias a tu amor;
bienaventurados los que hacen conciencia
del daño que hacemos y lo quieren remediar
porque por ti, Altísimo, serán coronados.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran
sin luchar por un mundo mejor,
buscando insaciablemente riquezas.
Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad,
preservando todo lo que nos da.
Francisco de Asís
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
y del cual nos quejamos
gracias a los gases que provocan
el efecto invernadero,
que lo sigamos viendo bello y radiante
con gran esplendor,
de ti, Altísimo, queremos ver significación.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
que gracias a la contaminación lumínica
las hemos dejado de ver en el cielo
claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube
y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas seguirias dando sustento
si no los hubieramos contaminado.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte;
y sin embargo, no lo hemos sabido utilizar.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas,
que de esto no nos damos cuenta
y la queremos manipular.
Alabado seas, mi Señor,
por que nos perdonas los que hemos hecho,
gracias a tu amor;
bienaventurados los que hacen conciencia
del daño que hacemos y lo quieren remediar
porque por ti, Altísimo, serán coronados.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran
sin luchar por un mundo mejor,
buscando insaciablemente riquezas.
Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad,
preservando todo lo que nos da.
Francisco de Asís
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